Katherine Spies

Mucho tiene que gustarte tu profesión para dejar todo y establecer tu vida en otro
país.
Este es el caso de Katharina Spies (Kathi para los amigos, pacientes y compañeros)
directora médica en Vida Fertility cuyo recorrido profesional ha ido in crescendo
pasando por las mejores clínicas de fertilidad de nuestro país.
Vida Fertility, es como veremos, el proyecto que siempre soñó de cómo debía ser una clínica de reproducción asistida: familiar, cercana y cuya rotación girará en torno al bienestar de los pacientes y su equipo.


Hoy la entrevistamos y os la presentamos con orgullo. Quien aterrice en su consulta, va a estar en buenas manos.

Kathi, ¿Por qué la reproducción asistida? ¿Qué pasó por tu cabeza cuando elegiste esta especialidad?

Mi primer contacto con la reproducción asistida fue durante la residencia, cuando estaba realizando mi formación de ginecología y obstetricia.

Tuve la “suerte” que en mi hospital de residencia no se hacía mucha reproducción asistida y por eso nos mandaban a hacer las prácticas durante 2 meses en una clínica privada muy grande y muy conocida. Desde el primer momento que entré en este mundo, me fascinó. Era
la primera vez, en toda la carrera de medicina, en la que no se trataba de curar enfermedades, si no de crear vida, desde muy al principio. La ilusión que se tiene cuando se consigue un test de embarazo positivo, cuando se ve el latido de corazón en la eco, la esperanza que puedes dar a tus pacientes, es increíble.

Da la casualidad que, poco tiempo después de este primer contacto con la reproducción asistida, me volvía a ver en la misma clínica, pero desde el otro lado, como paciente. Vivir con que dedicación y cariño me ayudaron a quedarme embarazada me empujó aún un poco más en esta dirección y ya tenía claro que me quería dedicar a la reproducción asistida después de terminar la residencia.

– ¿Fue lo que esperabas o es aún más fascinante de lo que inicialmente pensabas?

Ya me lo imaginaba genial, pero cuando empecé a dedicarme 100% a la reproducción descubrí todo lo que lleva atrás. Es un trabajo en equipo, sin un buen laboratorio, un buen equipo de atención a la paciente y sin la infraestructura adecuada, el médico no llega al éxito, por muy bueno que sea. Son procesos muy definidos, muy exactos, muy protocolizados, pero a la vez los tenemos que hacer humanos y personalizados, para trasmitírselo a los pacientes.

Aparte, es un mundo que está en constante cambio, cada poco salen técnicas novedosas, hay muchísima investigación. Es impresionante lo que llegamos a ya saber sobre los procesos en el laboratorio y la genética de los embriones, pero también sobre el proceso de implantación y el desarrollo del embarazo inicial.

– ¿Qué es lo que más te ha sorprendido de esta profesión?

Los avances técnicos y biológicos que están ocurriendo constantemente, sobre todo lo que es la investigación a nivel de genética y las pruebas adicionales que podemos pedir a los pacientes. Hasta estamos usando programas de inteligencia artificial para analizar la calidad de los ovocitos antes de vitrificarlos.

¿Es complicado no llevarte “trabajo a casa”?

Si, es muy difícil, aunque lo intento. Es casi imposible olvidarte de tus pacientes cuando no trabajas, porque es un contacto tan estrecho y tan intenso que lo vives con los pacientes, lo quieras o no.

– A nivel personal, supongo, que una profesión como la tuya traspasa límites y generas un vínculo con los pacientes… ¿Es así?

¡Claro que sí! Hay muchas pacientes con las que mantengo el contacto también después del tratamiento, me mandan fotos durante el embarazo y seguimos el contacto. Y por supuesto, de los momentos más especiales es cuando vienen a presentarnos a sus bebés y vemos el “resultado” de nuestro trabajo.

– A bote pronto, ¿En qué ha avanzado la ciencia entorno a la salud reproductiva desde que estabas en la Universidad?

Antes, se hacían las transferencias en día 2 o 3, se hacían menos biopsias para realizar el análisis genético (y si se hacía, se realizaba con embriones de 8-10 células), y no existían técnica como el Time-Lapse o pruebas para verificar la ventana de implantación, por ejemplo. Ha cambiado muchísimo, y es un campo que está desarrollándose constantemente.

¿Podemos decir que la reproducción asistida avanza cada día más rápido? ¿Qué novedades intuyes están a la vuelta de la esquina?

Hay mucha investigación que se está realizando, y en muchos aspectos de la reproducción asistida: en el estudio genético de los embriones, la receptividad del endometrio, los aspectos inmunológicos…. Quizás lo más novedoso son las técnicas de regeneración endometrial y ovárica, y el uso de inteligencia artificial para analizar la calidad de ovocitos y embrionaria. Es verdad, que es algo que se está empezando a utilizar, pero no quiere decir que pueda sustituir un equipo humano.

– Como directora de VIDA FERTILITY me gustaría saber, qué es para ti lo más importante con respecto a tu equipo?

Lo más importante es que nos llevamos muy bien, tanto en el ámbito personal como profesional, y que formamos un gran equipo de trabajo. Nos conocemos todas desde hace varios años, salimos de un grupo de clínicas mucho más grande, y el concepto de Vida Fertility es hacer una clínica de reproducción asistida de un tamaño pequeño o mediano para poder realizar los tratamientos de forma muy personalizada y manteniendo un contacto muy estrecho con nuestras pacientes, tanto los médicos, los biólogos y el equipo de atención al paciente.

Sabemos lo difícil que puede ser este proceso para los pacientes e intentamos acompañarles lo mejor posible durante todo el proceso, no sólo en los aspectos médicos y administrativos, sino también un acompañamiento emocional.

– Un mensaje positivo para los pacientes que actualmente están en un proceso de repro…

¡Que no se rindan! El proceso de reproducción asistida es un camino a veces largo, a veces muy difícil, pero al final casi siempre se consigue. Estamos aquí para ayudarles a conseguirlo y para acompañarlos en el camino.

– Para terminar… Si pudieras elegir un deseo sobre desvelar un misterio de la reproducción humana… ¿Cuál sería?

Tener una explicación para los casos en los que, ajustando todo para tener las condiciones perfectas no se implanta el embrión o no hay un embarazo evolutivo.